Una tarde, mientras esperábamos a que mi hija acabara sus actividades extraescolares, mi hijo pequeño y yo, nos entreteníamos hablando sobre que superpoderes nos gustaría tener, sus pros y sus contras.
_ Papi, no te molaría poder volar? Podríamos ir a cualquier parte del mundo.
_ Si, seria estupendo, pero tendríamos que ponernos un casco y gafas para que el viento no nos molestara (Seguro que hoy en día, con el tráfico aéreo que hay, Superman le hubiera aconsejado lo mismo a su hijo).
_ ¿Pero sabes que es lo que más me gustaría?… Poder atravesar muros._ le comenté, pensando la cantidad de tiempo que ahorraría si yo tuviera ese superpoder._ No necesitaría esquivar objetos ni abrir puertas, podría ir siempre recto.
Me sorprendió que me mirara extrañado (yo pensaba que era un superpoder fantástico) y muy tranquilo me argumento:
_ Papi, si pudieras atravesar paredes también atravesarías el suelo, caerías al centro de la tierra y te quemarías.
En ese momento, no pude mas que sonreír y sentir admiración por la lógica tan aplastante que tantas veces muestran nuestros hijos y que los adultos, perdemos a medida que nos hacemos mayores. Supongo que esa lógica, debe ir asociada a la inocencia y a la capacidad de simplificar las cosas, virtudes que perdemos con el tiempo.
Y la de veces que me doy cuenta de lo complicado que lo hacemos todo los adultos… Los niños tienen más lógica de la que se les «otorga»
Saludos 😉
Comentariojajajaja…q crack,de tal palo sale tal astilla…jajaja