Parece exagerado que tengas que cambiar de coche cuando te encuentras a la espera de un bebé. Las palabras “monovolumen” o “maletero espacioso” no formaban parte de tu diccionario cuando ojeabas los catálogos, sin embargo, llegado el momento, te planteas seriamente la posibilidad de adquirir una furgoneta o un pequeño camión para mudanzas.
¿Cómo es posible que un ser tan diminuto necesite de tantos complementos para salir a la calle?
Salir de casa con el nuevo miembro de la familia requiere casi de la misma preparación que la necesaria para llevar a cabo una expedición de tres semanas por el desierto del Sahara. Por esto será necesario que trates de sistematizar tus salidas al máximo, pues de no ser así, cuando estéis listos para partir ya será la hora de volverse para casa.
¿Qué necesitas para lanzarte a las calles como padre primerizo?
Prepárate para sufrir el síndrome del utillero. Al principio te sorprenderá el gran tamaño de las bolsas de bebé cuando están vacías, pero más adelante, una vez entiendas el porqué de su tamaño te plantearás sustituir la tuya por una maleta o incluso por un gran baúl de viaje.
Accesorios que no deben faltar en una bolsa de bebé.
Las corrientes educativas actuales nos hacen entender que a los bebés hay que tenerlos continuamente ocupados y motivados. Por ello, si queremos ser unos padres de alto nivel, debemos preparar nuestras bolsas de manera concienzuda. Hagamos una lista de chequeo rápido con los objetos imprescindibles:
Alimentación:
- Biberones de leche y agua.
- Dosificadores de leche en polvo y cereales.
- Potitos de varios sabores.
- Baberos. Sí, en plural.
Distracción y divertimento:
- Chupete y chupetes de recambio. Dos mínimo.
- Sonajero, mordedores y peluches.
- Mochilita con otros juguetes, lápices de colores y libros de colorear.
Higiene:
- Pañales, lleva siempre más que menos.
- Saca-mocos ¿Que no sabes que es? Más adelante te lo cuento.
- Toallitas de bebé, no sabrás vivir sin ellas.
- Cambiador de viaje. ¿No pensarás cambiar al bebé sobre el capó de un coche, no?
Abrigo y vestimenta
- Mantita, gorrito, guantes y bufanda para abrigar al bebé durante el invierno, que sustituiremos en verano por una sábana fina, crema solar y gorrito de playa.
Los “Porsis”
Desconocía la existencia de este término hasta que tuve la osadía de salir a la calle sólo con mi hija.
- Coge otra chaquetita por si refresca
- Prepara otra muda por si tenemos un escape y se pone el bebé perdido. Tu te preguntarás ¿Una muda de todo? Sí, creeme, ¡de todo! Incluso de calcetines.
- Un termómetro para tomarle la temperatura al bebé varias veces durante tus salidas por si la fiebre os sorprende a la vuelta de una esquina. Para casos de fiebre siempre debes de llevar, a modo de emergencia, un bote de Dalsy y otro de Apiretal. ¿Es necesario llevar los dos? Sí, coge los dos, luego te cuento.
- Puestos a prevenir, no estará de más que te aprovisiones con un pequeño botiquín por si el bebé es víctima de pequeñas rozaduras, heridas abiertas o moratones. En el mismo no pueden faltar gasas esterilizadas, puntos de sutura adhesivos y algún tipo de antiséptico como la clorhexidina.
- Hay padres primerizos con medalla de oro que llevan siempre una toalla de playa por si el bebé quiere sentarse a jugar en el suelo sin mancharse, aunque quizás, esto ya es pasarse ¿no?
A grandes rasgos, ya tenemos preparada nuestra bolsa de bebé, pero no, aún no estamos listos, ¡pasemos al siguiente punto de nuestro análisis!
El carro, tu principal aliado
Elegir un buen carrito de bebé será uno de los factores clave para el éxito en tus expediciones como primerizo, pues cumplirá las funciones de transporte y de centro de operaciones. Como punto de partida deberás elegir un carro robusto que soporte como mínimo 30 o 40 kilos de accesorios adicionales sin tener en cuenta el peso del bebé. En el mango del carro colgaremos principalmente la bolsa del bebé, pero poco a poco, tal y como vayas cogiendo confianza, terminarás colgando todo tipo de artilugios: porta-chupetes, chaquetas, su mochilita de los juguetes… hasta sobrepasar el límite de peso establecido por el fabricante y consiguiendo que se produzca el fenómeno físico conocido como “momento de vuelco”, en el que el carrito se vuelca literalmente cuando tu suegra saca al bebé del carro para besuquearle.
La mayoría de carritos disponen de una bandeja de lona en la parte inferior, pensada inicialmente para almacenar los elementos de abrigo del bebé pero que aprenderás rapidamente a utilizar como elemento de transporte para cargas pesadas: juguetes grandes, botes de leche en polvo o la compra de toda la semana. Cargar esta zona de objetos pesados es un buen sistema para hacer contrapeso y evitar así el incómodo “momento de vuelco” antes mencionado.
En la actualidad, los carritos de bebé disponen de más prestaciones y accesorios que cualquier utilitario, por ello y dependiendo del estilo de carrito que elijáis podréis optar por unos u otros. A continuación os comento los más comunes:
- La capota de lluvia, se trata de una funda de plástico que te permitirá cubrir por completo al bebé y al carrito como si de un bocadillo envuelto en papel film se tratara. El montaje de estas fundas, en algunos modelos puede llegar a ser igual de complejo que montar un mueble de Ikea o resolver un cubo de rubik, por ello, asegúrate de elegir el modelo adaptado a tu carrito y pedirle una demostración de su montaje al vendedor.
- El Parasol o sombrilla, es un complemento indispensable que impedirá que tu bebé muera abrasado de manera fulminante por los rayos del sol.
- El cubre-cochecito o saco para carritos, es el accesorio que sin duda más envidia nos produce a los padres, pues nos imaginamos a nosotros mismos siendo paseados por las frías calles de la ciudad en el interior de nuestro carrito y cubiertos por esta acolchada pieza de tacto suave y cuya misión es proteger al bebé del frío y otras condiciones climatológicas adversas.
Si has llegado hasta aquí y has comprobado que dispones de todos los accesorios comentados, puedo asegurar que te encuentras en disposición de realizar tu salida como padre primerizo en solitario, con unas expectativas muy altas de éxito, por lo tanto, sin pensártelo más, sujeta firmemente el manillar del carro, ajusta las correas de la bolsa de bebé y con paso firme y orgulloso comienza tu viaje hacia lo desconocido… ¡Eso sí! algo que debes siempre tener muy en cuenta y no dejar nunca de comprobar, es que a parte de la montaña de bártulos y cachivaches no te has olvidado de coger al bebé.
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